Hay muchos estilos, texturas, sabores y combinaciones en lo que se refiere a recetas de tarta de queso. Aunque existen distintos tipos de preparación de cheesecake, este postre sobresale por su ingrediente estrella, el queso y las combinaciones que de este pueden derivarse. A continuación, descubre algunas formas de preparación que permiten disfrutar de una explosión de sabor y placer al paladar.
9 mejores recetas de tartas de queso
3 recetas de tarta de queso que debes probar
Mucho se ha hablado de las recetas de tarta de queso en Estados Unidos, Italia y la variación en Latinoamérica. Sin embargo, lo que destaca en esta preparación es el hecho de que permite, a quien lo cocina, desplegar toda su creatividad al incorporar ingredientes de gusto personal. Dentro de las preparaciones más buscadas se pueden mencionar:
Tarta clásica
Se trata de aquella que todos conocen y se puede conseguir en cualquier tienda de postres, pues es la preferida por muchos. Se prepara en el horno y se le coloca una cubierta de mermelada para potenciar los sabores. La forma de preparación consiste en:
- Mezclar galletas de tipo digestive trituradas con 150 gramos de mantequilla derretida. Se le puede añadir ralladura de limón y unir hasta lograr una consistencia de masa. Luego, se coloca en el molde sobre papel de horno y se lleva a refrigeración.
- Precalentar el horno a 180 grados.
- Para el relleno, se baten las yemas de 2 o 4 huevos con 75 gramos de azúcar. Luego, se incorporan las claras, 220 ml de nata líquida y 400 gr de queso crema hasta que tome consistencia cremosa.
- Ahora, se saca la base del refrigerador y se rellena con la mezcla de queso. Se lleva al horno, al cual se le baja la temperatura a 90 grados, por espacio de 40 minutos.
- Luego, se deja enfriar, se lleva al refrigerador y se decora con mermelada del sabor que desees, chocolate, fresas, arándanos, entre otros.
El secreto de esta preparación es usar todos los ingredientes a temperatura ambiente al momento de realizar la mezcla. Esto facilita la unión de las texturas y sabores para un resultado realmente asombroso.
Tarta de queso salada
Esta es una de las variantes menos conocidas, pero muy apreciada por los amantes del queso. Se puede acompañar con ensaladas o se puede comer sola, ideal para un almuerzo o cena con amigos. La forma de preparación sencilla consiste en:
- Extiende una lámina de masa hojaldre en el recipiente para tartas previamente engrasado y enharinado.
- Ahora, en un bol añade 250 gr de queso ricota o requesón fresco, 125 gr de queso mozzarella, 150 gr de queso gouda y 80 gr de queso parmesano. Mezcla vigorosamente hasta que se hayan mezclado en su totalidad.
- Luego, agrega 2 huevos enteros, sal, pimienta y especias al gusto. Remueve hasta que consigas una mezcla homogénea.
- Vierte la preparación sobre la masa hojaldre y cubre con la segunda lámina reservada. Haz presión en los bordes y cubre con pinceladas de yema de huevos batidas.
- Lleva al horno a 180 grados por espacio de 35 minutos y retira. Asegúrate de que la cocción sea uniforme y que quede dorada.
Esta variante se puede mezclar con espinacas, verduras y otros ingredientes de elección. Se acompaña con una ensalada fresca de vegetales y se disfruta con una copa de vino al gusto.
Tarta de queso sin horno
Esta es una de las recetas más buscadas por quienes no tienen tiempo para cocinar y les gusta una preparación sencilla. Sobresale por su versatilidad, ya que se puede decorar con lo que desees para combinar el sabor del queso con tu ingrediente favorito. Para que quede espectacular en pocos minutos necesitas:
- Según el tamaño que desees, tritura un paquete de galletas tipo digestive o cracker y añade 90 gr de mantequilla derretida. Esta mezcla debe quedar sin grumos y bien compacta para poder cubrir todo el molde para tartas e introducir a refrigerar.
- En un bol, mezcla 400 ml de nata líquida para repostería, 170 gr de leche condensada, 100 ml de leche y lleva al fuego. Cuando esté caliente incorpora 500 gr de queso crema y remueve hasta que esté homogéneo.
- En 100 ml de leche líquida reservada, disuelve dos sobres de gelatina sin sabor y añade a la mezcla previamente elaborada. Remueve hasta que no queden grumos y empiece a hervir. En este momento se retira del fuego.
- Ahora, se vierte la preparación sobre la base de galletas que se encuentra en el refrigerador de a poco. Luego, cuando esté a temperatura ambiente se lleva al refrigerador hasta el día siguiente que se pueda decorar con glaseado.
- Puedes añadir mermelada de mango, fresas, limón, sirope de chocolate y todo los ingredientes que desees combinar con el queso.
En conclusión, las distintas recetas de tartas de queso que existen llevan un toque de creatividad e imaginación. Por ello, al momento de hacer una, incorpora elementos favoritos y déjate cautivar por la combinación de sabores.