Tarta de queso Japonesa muy esponjosa
La tarta de queso crema japonesa es diferente a cualquier otro tipo de tarta, su textura es similar a la de un soufflé y suave como un algodón de azúcar.
Una receta que hay que probar sí o sí, muy recomendada sobre todo para paladares a los que les gustan los postres no tan dulces.
En Estados Unidos la conocen como cotton cheesecake que en español sería tarta de queso crema algodón. Los japoneses por su parte la conocen como cheesecake souffle.
La repostería es lo más parecido a la ciencia de la cocina y en el caso de la tarta de queso japonesa, es muy importante seguir cada paso para conseguir que la tarta quede perfecta.
Tabla de contenidos
Origen de la tarta de queso Japonesa
Preparar y degustar esta tarta está genial, pero también es importante conocer por qué la tarta japonesa es diferente al resto.
Con la introducción de los productos occidentales en el mercado japonés, estos comenzaron a probar nuestras recetas, entre estas los cheesecakes.
Sin embargo, no les gustó la idea de comer una tarta tan cremosa, así que hicieron su propia variación de la tarta de queso, inspirada en el soufflé francés.
Cómo hacer la tarta de queso japonesa
Ahora sí, veamos qué necesitamos para poder hacer esta receta y hacer la mejor tarta de queso japonés en casa.

Ingredientes de la tarta de queso japonesa
A continuación, te mostramos los ingredientes que necesitarás para hacer un cheesecake japonés de 6 porciones:
- 200 g queso crema
- 6 huevos grandes
- 80 ml de leche entera
- 90 g harina
- 120 g de azúcar
- 55 g mantequilla sin sal
- Ralladura de limón
- 1 cucharada de zumo de limón
- Pizca sal
También necesitaremos:
- Papel para hornear.
- Molde desmontable.
- Papel de aluminio.
- Un caso más grande que el molde.
Preparación
Antes que nada
- Lo primero que debemos hacer será precalentar el horno a 160 °C con calor arriba y abajo. Si tu horno no tiene calor arriba y abajo, puedes precalentarlo a 200°C.
- Prepara el molde con papel para hornear, asegúrate de que el papel salga por encima unos 2 o 3 cm, ya que el cheesecake suele subir. Recomendable usar un molde desmontable.
Comenzamos
- Separa las amarillas y las claras de huevos. Todos utilizan su técnica, pero es más fácil separarlas cuando están frías, así que puedes dejar las amarillas a temperatura ambiente y reservar las claras en la nevera.
- En un bol agrega la mantequilla, el queso crema, la leche y el azúcar. Pon en baño de María para derretir los ingredientes, ayúdate con una varilla para acelerar el proceso y mezclarlos. Una vez listas, retiramos del calor.
- Ahora agregamos la ralladura de limón y la harina tamizada, mezclamos para que no queden grumos. Reservamos.
- Ahora, en otro bol vierte las claras, con una batidora monta hasta conseguir el conocido punto de nieve.
- Cuando las claras estén espumosas, agrega el jugo de limón y mezcla bien.
- Agrega el azúcar por partes, es decir, agrega un tercio del azúcar, mezcla e integra. Luego repite el procedimiento con el otro tercio hasta agregar todo el azúcar.
La forma para saber el momento en el que las claras están en su punto, es cuando hacen pequeños picos.
Unión de las claras con la mezcla
- Es momento de unir las claras con la mezcla, para ello añadimos una porción de las claras en la mezcla con ayuda de una espátula.
- Las integramos de forma suave y lenta, para que las claras no pierdan su punto de nieve. Luego agregamos el resto de las claras. Integramos hasta que quede una mezcla de un solo color.
- Vertemos la mezcla en el molde previamente cubierto con el papel para hornear. Si tu molde es desmontable, deberás cubrirlo con papel aluminio, ya verás por qué.
- Ahora ponemos el molde en un caso o molde más grande y agregamos agua caliente, que alcance una altura de al menos un tercio del molde.
Si no le cubres el molde con papel aluminio, le entrará agua y no queremos eso.
Horneado
- Llevamos al horno por 40 minutos a 200°C y luego bajamos la temperatura a 170°C y horneamos por otros 40 minutos.
- Dejamos enfriar dentro del horno por algunos minutos para que no pierda aire.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente por 15 minutos.
- Desmoldamos con cuidado y servimos.
Ahora es momento de picar y probar nuestra deliciosa tarta de queso japonesa.

El secreto de esta receta está en la unión de los ingredientes y en el horneado, ya que todos son diferentes. Por lo que te recomendamos probar la receta y verificar cuál es la temperatura correcta para tu horno.
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